Mapa del Agua

Mapa del Agua

propuestas de los grupos de trabajo

LOS SONIDOS QUE ESCUCHA EL AGUA

Este proyecto propone trazar sobre el territorio, tanto urbano como de huerta o de campo, itinerarios que recuperen la percepción del paisaje tradicional del municipio a pesar de discurrir por entornos muchas veces tremendamente alterados. Se trata de dar un enfoque ecológico y de recuperación sensorial a la experiencia, teniendo como hilo conductor la tradición oral y los sonidos que se producen (o producían) en torno a los cauces de agua. No es sólo el propio sonido de un caudal fluyendo, muchas veces ya oculto bajo el asfalto; también el de la vegetación de las riberas mecida por el viento, los insectos y animales que suelen poblar sus orillas, el quejido del mecanismo de un viejo molino ya en desuso, una canción de labranza, o la llamada de alerta ante la inminente riada que emitían los huertanos con sus caracolas. Los enclaves de la ruta se vincularían a canales de riego (visibles o no), ingenios hidráulicos (existentes o desaparecidos), plantaciones hortícolas, árboles singulares, pozos, aljibes... y la percepción visual del entorno para quien la realiza se enriquece con la escucha de sonidos incorporados a la aplicación, que en muchos casos ya se dejaron de oír hace muchos años a causa del progreso. El choque sensorial que pueda producir la experiencia, enfrentando la realidad al recuerdo del pasado, pretende animar a la reflexión. También despertar reminiscencias y emociones de infancia y juventud vividas por los participantes en lugares similares.

Objeto del proyecto en EnclaveCultura Territorio: Se propone la geolocalización de una ruta recorriendo la zona de huerta de una determinada pedanía, compuesta por una serie de enclaves de interés a los que se dota de contenido documental, gráfico y sonoro. Se utiliza para ello el Mapa del Agua y el diseño de la ruta parte del trabajo previo desarrollado en un taller organizado por el centro cultural de la localidad, en el que participan personas conocedoras del entorno capaces de aportar contenidos. La ruta se puede plantear como un juego en el que se han de seguir indicaciones concretas para llegar al siguiente hito, y así sucesivamente hasta completar el itinerario; el final puede hacerse coincidir con una experiencia gastronómica en un ventorrillo, o un juego de bolos de la zona.

Información susceptible de incorporar al mapa: Las entradas de la ruta se pueden documentar mediante fotografías antiguas del lugar, testimonios escritos o sonoros aportados por los participantes del taller.

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